Confianza empresarial en terreno positivo en un contexto de lluvias con impacto medio–bajo
La actividad económica en marzo y abril ha sufrido un impacto moderado o bajo por las fuertes lluvias, especialmente en las regiones de la costa norte. Con el objetivo de medir el impacto de las condiciones climáticas adversas sobre las operaciones del sector privado, APOYO Consultoría realizó un sondeo durante abril entre los ejecutivos de las más de 300 empresas e instituciones clientes del Servicio de Asesoría Empresarial (SAE).
Los resultados del Sondeo SAE muestran que el 80% de los altos ejecutivos reportaron un impacto moderado o bajo en las operaciones de sus empresas en marzo debido a las fuertes lluvias. Además, 8% no ha tenido impacto a causa de las precipitaciones. En contraste, cerca del 12% señaló que sus operaciones han registrado un impacto alto. A nivel nacional, las lluvias han costado, al menos, un punto porcentual del crecimiento del PBI en marzo.
Hasta ahora, este impacto aún es menos severo que el fenómeno El Niño Costero de 2017. Solo el 8% de los ejecutivos encuestados informaron un mayor impacto de las lluvias recientes en comparación con 2017, mientras que casi el 30% afirmó un impacto similar. Además, el resto de los encuestados indicaron que los impactos fueron menores, inexistentes o no especifican.
A pesar de los retos operativos para las empresas clientes del SAE por el impacto climático, el índice de confianza para invertir de APOYO Consultoría, volvió a terreno optimista en abril, luego de poco más de dos años de mantenerse en terreno negativo.
La evolución reciente de las expectativas empresariales se puede atribuir a una disminución de la incertidumbre política ―dado que hay una menor preocupación sobre la estabilidad de Dina Boluarte (al menos a corto plazo)―, una reducción de la ola de violencia y un impacto limitado de las precipitaciones. Sin embargo, aún es incierto si el aumento de la confianza empresarial en abril marcará un punto de inflexión en las expectativas del sector privado. Históricamente, una mejora sostenida en la confianza empresarial se traduce en crecimiento de la inversión privada dentro de dos o tres trimestres. Por ello, los próximos seis meses serán críticos para determinar cualquier cambio potencial en las tendencias de inversión para el 2024.
Iván Portocarrero
Jefe de Análisis Sectorial