La recuperación económica en marcha enfrenta nuevos riesgos
El entorno internacional está siendo cada vez más favorable para Perú. Durante el último mes, el contexto global ha estado definido principalmente por tres factores: la elección de Joe Biden como presidente de EEUU, el exitoso avance de las vacunas en las últimas etapas de desarrollo y el preocupante repunte de los contagios y número de fallecidos por COVID-19 en algunos países avanzados. Si bien esto último estaría frenando la recuperación económica en ciertas naciones, los dos primeros eventos han mejorado considerablemente las perspectivas de recuperación económica global para el próximo año, específicamente a partir del 2S2021. La reacción de los mercados financieros a estos eventos ha sido positiva. Esto, sumado a la acelerada recuperación económica en China y el continuo impulso monetario expansivo a nivel global, ha determinado un entorno internacional favorable para el Perú.
A esto se suma que a nivel local hay cuatro motores encendidos que impulsan la actividad económica. Primero, el impulso del sector público se reactivó considerablemente en octubre. Segundo, el crédito continúa con altas tasas de crecimiento. Tercero, la inversión privada se está recuperando rápidamente, principalmente por algunos factores puntuales como la autoconstrucción y la demanda por las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC). Cuarto, la mejora en la situación sanitaria ha permitido seguir con el proceso de reapertura económica.
Lamentablemente, estas mejoras en el entorno de negocios se vieron opacadas por la nueva crisis política. Así, pese al mejor contexto global y el mayor dinamismo de la actividad económica, la fuerte incertidumbre ocasionada por la crisis política generó un importante riesgo para el crecimiento económico pues la elevada incertidumbre podría postergar la recuperación de la inversión privada en aumento de capacidad productiva.
Hacia adelante, la incertidumbre política será la principal traba para la recuperación económica. La evolución del riesgo regulatorio en el ámbito de los negocios, la relación Ejecutivo-Congreso y la capacidad de gestión del Estado para hacer frente a la crisis sanitaria y económica serán claves para determinar el ritmo de recuperación de la inversión y el empleo formal durante los próximos meses. La definición de estos factores será sumamente importante pues la situación económica de las familias se
mantiene fuertemente deteriorada.
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