Nuevos riesgos en el horizonte
En mayo, han aumentado las preocupaciones por que el crecimiento mundial se desacelere aún más, principalmente por tres razones.
Primero, los confinamientos estrictos, como parte de su estrategia Covid-zero, han afectado fuertemente el ritmo de crecimiento de China. Segundo, los bancos centrales de las economías desarrolladas han adoptado posiciones más agresivas respecto al retiro de sus estímulos monetarios ante la elevada inflación. Tercero, la invasión rusa a Ucrania continúa dañando la confianza empresarial y del consumidor en la Eurozona, lo cual podría resultar en un crecimiento económico menor al esperado.
En el plano local, este mes ha aumentado el riesgo de que la inflación sea más persistente de lo anticipado. La prolongación del conflicto armado en Ucrania ha mantenido los precios de los commodities agrícolas, el petróleo y los fertilizantes en niveles elevados. Esto podría generar presiones adicionales sobre los precios de los alimentos en los próximos meses, con lo cual la inflación podría normalizarse a un ritmo más lento que el anticipado.
Esta mayor preocupación por una desaceleración de la economía mundial y la inflación nacional ha incrementado el riesgo de un menor crecimiento de la economía peruana en el 2022 y de una recuperación más lenta en la situación económica de las familias. Así, es necesario que el Gobierno tome medidas focalizadas, oportunas y temporales, como la entrega de bonos a familias vulnerables, a quienes las medidas aprobadas entre abril y mayo no están beneficiando.
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Pablo del Águila
Jefe de Investigación