El balance de la semana, por Hugo Santa María.
Necesitamos empezar a prender motores
Estimados amigos:
Esta semana, el MEF, el BCR y Cofide completaron el marco regulatorio del programa de créditos garantizados Reactiva Perú. Las instituciones financieras ya coordinan con sus clientes y estarán listas para comenzar a canalizar liquidez hacia el aparato productivo apenas se realice la primera subasta de fondos.
En opinión de APOYO Consultoría, los programas de créditos garantizados son perfectibles y aún hay importantes segmentos del mercado financiero sin cubrir, pero confiamos en que las autoridades trabajarán en ello.
El Gobierno anunció, además, un programa de bonos para los hogares rurales y su disposición a considerar ajustes a la regulación laboral que permitan unir esfuerzos de los sectores público y privado para amortiguar el impacto del COVID-19 sobre el empleo. La semana cerró con la colocación de bonos soberanos por US$3,000 millones a cinco y diez años, a tasas históricamente bajas y con una demanda que superó más de ocho veces la colocación. Buenas noticias que muestran que nos estamos moviendo en medio de la pandemia.
En esta línea, sabemos de miembros del SAE, líderes de empresas en diversos sectores económicos, que vienen trabajando intensamente en el diseño de protocolos de reapertura de sus sectores que deberán ser aprobados y supervisados por el Gobierno. De parte del Ejecutivo, algunas declaraciones de las autoridades a la prensa indican que ya se comenzó a pensar en el tema. Por ejemplo, el viernes 17 de abril, en un evento público organizado por Capeco, el ministro de Salud, Víctor Zamora, señaló que los protocolos son una condición necesaria para reiniciar las actividades y deberán ser aprobados por el Minsa. Agregó que se tomará en cuenta el impacto en la recuperación de indicadores macroeconómicos y la generación de empleo. Asimismo, se comprometió públicamente a revisar los protocolos que el gremio de la construcción ya había alcanzado a las autoridades gubernamentales. Estas señales son positivas, sin duda, pero tienen que empezar a traducirse en resultados concretos, lo que requiere celeridad e intensa cooperación públicoprivada.
En este frente, no hay tiempo para ir por las distintas ventanillas del Estado en busca de la aprobación de un trámite o una licencia como si fueran tiempos normales. La situación requiere un equipo multisectorial del Gobierno empoderado con la autoridad para interactuar con el sector privado como único interlocutor y aprobar protocolos y mecanismos de supervisión.
Durante las seis últimas semanas los hogares urbanos han perdido, en promedio, el 50% de sus ingresos. Si no comenzamos a reabrir responsablemente la economía, no habrá programa de bonos ni espalda fiscal capaz de compensar ese impacto. Estando cada vez más cerca del inicio del lento retorno a una normalidad en la que tendremos que convivir con el COVID-19 por un buen tiempo, es urgente comenzar a contar con lineamientos de cómo pondremos el Perú a trabajar.
Saludos,
Hugo Santa María
Socio y Economista Jefe
SAE – Servicio de Asesoría Empresarial