Entrevista para Diario Gestión.
En la coyuntura actual, ¿cómo ven el panorama económico?
Estamos viendo el inicio del actual Gobierno con gran preocupación. Las señales iniciales nos indican que tiene la intención de seguir un rumbo de cambio radical, en nuestra opinión hacia peor, lo que trae implicancias.
¿Por qué considera que es un cambio hacia peor?
Vemos la intención del Gobierno con este espíritu refundacional que pasa por dar una nueva Constitución; y en lo económico, vemos un riesgo importante de una tendencia hacia una participación mucho mayor del Gobierno en la economía, más intervención, mucha más regulación y un enfoque bastante menos amigable a la actividad privada en general.
El ministro de Economía, Pedro Francke, ha afirmado que se respetará la inversión privada, la propiedad, los ahorros…
El ministro Francke está tratando de dar un discurso mucho más moderado de lo que fue la línea del partido (Perú Libre) en la campaña electoral y también respecto al primer ministro (Guido Bellido) y al resto de sus colegas del Gabinete.
Eso nos hace pensar que la fortaleza que debería tener el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para liderar el enfoque del manejo económico, que es un todo y no solo las cuentas fiscales y monetarias, va a estar en cuestión.
¿Qué impacto tendrán en la economía esas señales iniciales que ha dado el Gobierno?
Estos primeros días marcan una probabilidad alta de que el Gobierno intente ir por esa ruta radical y el impacto de eso en la economía en el corto plazo es un parón de la recuperación económica que se venía dando, es eso lo que vamos a ver en esta segunda mitad del año.
Bajo este escenario, ¿cuánto estiman que crecería el PBI el 2021?
Perú va a terminar creciendo este año 10%. Pero no hay que confundirse, porque esa tasa anual será la combinación de un casi 20% de incremento en el primer semestre y solamente un 2% en la segunda mitad (ver tabla).
El año completo va a verse mejor en términos de crecimiento, comparado con nuestros vecinos de la región, pero con una segunda mitad en la que la recuperación económica, que ya venía lenta, se verá aplanada.
¿Qué variables caerían más en este segundo semestre?
Por ejemplo, en el segundo semestre, esperamos que la inversión privada caiga cerca de 20% respecto al mismo periodo del 2020, lo cual tendrá impacto en empleo y en la demanda por algunos bienes, en particular de los bienes duraderos.
Y, además, tenemos el alza del tipo de cambio. Eso afectará el consumo…
Ese es otro elemento que nos preocupa y que surge de este ambiente de inestabilidad, que es la presión sobre el tipo de cambio, que está alrededor de S/4.10 y debería estar en S/ 3.70. El mayor precio del dólar tiene efecto, en parte, en el alza de precios de algunos productos, lo cual afecta directamente la capacidad de compra de las familias.
Entonces, ¿cómo será la segunda mitad del año?
Veremos una segunda mitad del año muy fría en lo económico, con caída en la inversión privada cerca de 20%. Lo que estamos viendo es un choque muy fuerte de expectativas, producto de estas señales muy preocupantes del nuevo Gobierno, que ya tuvo un impacto en las variables financieras (tipo de cambio, tasa de interés de los bonos peruanos, riesgo país, entre otros) y cuyo impacto en la actividad económica real y en la vida diaria de las personas será en la segunda mitad de este año.
¿Todo ello a pesar del 10% de crecimiento como proyectan?
El impacto lo van a comenzar a sentir las familias y las empresas ya en el segundo semestre de este año, pero todo eso se va a esconder un poco detrás del 10% de crecimiento del PBI que esperamos. En los números macroeconómicos el impacto lo veremos con mayor claridad en el 2022.
¿Cuánto crecería la economía en el 2022?
En un escenario más o menos moderado, es decir en el que la política determine un mejor balance entre las intenciones de cambiarlo todo hacia una vía más radical por parte del gobierno y un manejo más moderado en la política y en la economía; podríamos crecer entre 0% y 2%, pero el riesgo a la baja es grande.
¿El nuevo Congreso es un riesgo más para el crecimiento de la economía como ha venido siendo en los últimos gobiernos?
Estamos viendo dos vías que pueden estar hasta cierto punto separadas. Una es la relación Ejecutivo-Congreso a nivel político y otra es esa relación a nivel de políticas económicas en general.
A nivel político, parece que el Congreso se podría convertir en el principal balance que tiene que enfrentar el Ejecutivo. Para que el Ejecutivo logre lo que está proponiendo va a tener que enfrentar a una oposición que en Apoyo creemos que será seguramente democrática en el Congreso, pero eso no necesariamente nosotros lo trasladamos a las políticas económicas.
¿Por qué no?
Siempre existe la posibilidad de que este Congreso sea diferente a los anteriores. Aunque lo que hemos visto en los últimos años es la tendencia del Congreso a ser más populista en materia económica.
¿Ve al Congreso actual con esa tendencia?
Ojalá que no sea así, ahora más que nunca no tenemos espacio para hacer populismo. Cuanto más el Congreso pueda colaborar con la estabilidad económica, con la tranquilidad, mejorar el ambiente para la creación de empleos de calidad, mejor. Sin embargo, esto por ahora es un signo de interrogación.
De otro lado, el Congreso enfrenta el riesgo de que sea disuelto si no dan el voto de confianza a dos gabinetes ministeriales, según voceros de Perú Libre…
Lamentablemente en las últimas semanas hemos entrado a un túnel que, casi en todos los escenarios de salida, les va a pegar a la economía, a las familias y a las empresas.
¿Podría explicarlo?
Si logramos encontrar un balance democrático y se estabiliza la situación, su impacto positivo en la economía va a tomar tiempo; y si se gatilla una crisis política de cualquier tipo, para que se resuelva toma tiempo.
Entonces, las salidas de ese túnel pueden ser distintas. Unas mejores que otras, pero ya hay daño a la economía y nos hemos metido en una vía que creo que va a tomar algo de tiempo revertir para empezar a generar empleo y reactivación como se necesita.
¿Qué tanto tiempo tomaría revertir una situación negativa?
Ese es otro problema que hay en el contexto actual, la poca visibilidad que tenemos sobre el futuro. Puede que se configure cierto balance entre el Ejecutivo y el Congreso y lleguemos a fin de año todavía con una discusión democrática; pero ¿qué ocurrirá en adelante?, no sabemos. Ese es el problema, estamos teniendo horizontes de país de algunos pocos meses y parece que nuestras autoridades no se dan cuenta del daño que eso hace.
La gestión pública se ha deteriorado en los últimos años. ¿Cree que mejorará con el nuevo Gobierno?
Ese es otro elemento que nos preocupa mucho, y que hace prever esa desaceleración importante del crecimiento de la economía: el deterioro en la calidad y eficiencia de la gestión pública, cuyo riesgo ahora es mayor.
¿Por qué es mayor?
Al margen del tema personal, los perfiles de las autoridades que se vienen nombrando hasta ahora en algunos cargos ministeriales, en viceministerios y al mando de entidades del Estado importantes, no parecen tener la experiencia adecuada para funcionar eficientemente en un Estado como el peruano que es altamente disfuncional. A ello se suma a un proceso de transición que prácticamente no se dio.
Hugo Santa María considera que el hecho de que Julio Velarde permanezca como presidente del Banco Central de Reserva (BCR) dará tranquilidad a los mercados, dada su trayectoria prestigiosa de 15 años, además porque ello debería indicar que viene un directorio responsable.
En ese escenario, en Apoyo Consultoría ven una estabilización del tipo de cambio alrededor de S/ 4.00 y no regresando a S/ 3.70, porque -aunque es importante- la estabilidad monetaria no lo es todo para dar tranquilidad; también están los temas sectoriales, agregó.
De otro lado, el BCR elevó, por primera vez tras cinco años, su tasa de interés de referencia a 0.5%. ¿Qué buscaría? “Mi interpretación es que la preocupación del BCR es que las expectativas no se disparen, cumpliendo su función. Quiere anclar expectativas, que las empresas comerciales no empiecen a fijar sus precios adelantándose a una inflación de 5% anual”, señaló.
El jueves pasado, mientras el ministro de Economía, Pedro Francke, se reunía con el presidente del BCR, Julio Velarde; el primer ministro, Guido Bellido, condicionaba la permanencia de Velarde en su cargo.
Al respecto, Hugo Santa María señaló que al parecer hay un alto nivel de desalineamiento entre lo que el ministro Francke quisiera hacer y lo que dice Bellido, no solo en relación al BCR sino a cómo atacar los problemas.
“El primer ministro ha dicho que la culpa de todo es el del modelo económico y que, por lo tanto, hay que cambiar la Constitución; mientras que el ministro Francke ha declarado que, para comenzar a sacar al país de la recesión, recuperar empleos, luchar contra la pandemia y comenzar a aliviar los problemas que afectan a la población, no se necesita cambiar la carta magna. Entonces, sí creo que hay un elemento negativo respecto de dónde están las prioridades”, dijo.
Para APOYO, las prioridades en el Perú deberían ser: vacunación, colegios y trabajo.