La reciente crisis política provocada por la vacancia del expresidente Pedro Castillo –luego de que intentara disolver el Congreso– y la subsecuente ola de violencia en distintas regiones del país han complicado el panorama de la minería para el próximo año. En un escenario de adelanto de elecciones y de alta confrontación política, es probable que los niveles de conflictividad social en 2023 sean mayores que este año. Esto afectaría negativamente la producción minera del 2023, por lo que el estimado crecimiento pasaría de 7% (proyección de setiembre) a una tasa de entre 4% y 6%.