En un escenario de riesgo en el que el deterioro de la gestión en la ARCC reduce su ejecución esperada para los proyectos bajo el G2G en 50% durante la segunda mitad del año, la inversión pública podría caer alrededor de 5% en el 2022, unos 4 p.p. menos de lo proyectado en abril (-1,2%). El mayor impacto se daría a partir del 2023.
En el 2022, la inversión en grandes proyectos de infraestructura bajo gestión privada alcanzaría los US$2 300 millones, poco más de 20% (en términos nominales) por encima de lo registrado en el 2021. En 2023, la tendencia de crecimiento se mantendría y la inversión alcanzaría los US$2 700 millones.