Ejecutivo y Legislativo se sostienen en medio de la disminución de la conflictividad y del entrampamiento del debate de adelanto de elecciones
Durante febrero se evidenció un descenso en el número de protestas a nivel nacional, así como una focalización de las manifestaciones en el sur del país, en particular en Puno. A pesar de la tensa calma, no se descartan nuevos brotes de conflictividad en los próximos meses, debido al latente descontento ciudadano y la falta de salidas a la crisis política.
En esta coyuntura, el Congreso parece no estar en sintonía con las demandas ciudadanas y no logró alcanzar consensos frente al adelanto de elecciones en la última legislatura. De retomarse el debate, el Congreso deberá aprobar la medida en las próximas dos legislaturas (marzo a julio y agosto a diciembre 2023).
Si bien el Ejecutivo se mantiene estable y el Congreso parece no tener incentivos para aprobar el adelanto de elecciones, la probabilidad de que un adelanto se dé se mantiene latente. Ello debido a los altos niveles de desaprobación de los poderes del Estado y la posibilidad de que se presente una nuevas crisis.
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María Alejandra Gutiérrez
Analista senior