La confianza del consumidor cae a mínimos históricos, como resultado de la aceleración en la inflación
En abril, el Índice de Confianza del Consumidor para Lima Metropolitana de Ipsos y APOYO Consultoría (Indicca) se ubicó en 34 puntos, un nivel históricamente bajo. La creciente inflación, la precarización del empleo y el deterioro en la gestión pública están afectando la confianza del consumidor y han generado que esta se ubique en niveles por debajo de los observados incluso en los meses de restricciones sanitarias más severas (ver gráfico inferior).
El principal motivo del retroceso en la confianza de los consumidores sería la reciente aceleración en la inflación. De hecho, la inflación anual subió a 6,8% en marzo, la tasa más alta en casi 24 años y, según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, los precios de la mayoría de los alimentos han continuado incrementándose en los mercados mayoristas durante abril. En esa línea, el 58% de los consumidores limeños perciben que los precios son mucho más altos respecto a hace 12 meses, el porcentaje más elevado desde que se realiza el Indicca.
Este fuerte incremento de precios se ha dado en un contexto de precarización del empleo y además ha llevado al Gobierno a implementar una serie de medidas que, en opinión de APOYO Consultoría, han sido tardías y poco efectivas para contrarrestar los efectos del incremento de los costos internacionales sobre la población.
Por un lado, los salarios reales se mantienen estancados desde mediados del 2020 en niveles cercanos a los de hace 10 años (ver gráfico de la derecha) y la recuperación del empleo ha sido liderada por puestos de trabajo de menor calidad y de menores ingresos.
Por otro lado, las primeras medidas gubernamentales fueron anunciadas recién a finales de marzo, cuando el incremento de costos de insumos se inició a finales del 2021. Además, las medidas anunciadas, como la exoneración de impuestos a los combustibles (ISC) y a algunos alimentos (IGV), así como el incremento del salario mínimo, son medidas poco efectivas y no están focalizadas en atender a la población más vulnerable.
Como consecuencia, la mayoría de los consumidores limeños perciben que su situación económica está empeorando y no esperan que esto se revierta en los próximos meses. De hecho, la brecha entre el porcentaje de hogares que percibe que su situación económica ha empeorado y el porcentaje que ha mejorado se ha ampliado de 32 puntos porcentuales a 47 puntos porcentuales entre el 1T2022 y abr-2022.
Además, hay más consumidores que esperan que su situación económica empeore, que consumidores que esperan que su situación mejore, suceso que no ocurría desde la crisis financiera del 2008-2009 (ver gráfico de la izquierda).
En conclusión, los resultados del Indicca sugieren que la situación económica de las familias sigue muy golpeada, afectada principalmente por el alza significativa de los precios. Lamentablemente, lo más probable es que la inflación continúe acelerándose en los próximos meses, a medida que las empresas continúen trasladando el incremento de sus costos a los precios finales. Por eso, es urgente que el Gobierno implemente medidas que respondan de manera oportuna y focalizada al choque de precios que enfrenta la economía. En opinión de APOYO Consultoría, medidas en esa línea son el uso del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles, un aumento en los vales de descuento para el GLP, el otorgamiento de un bono para las familias más vulnerables y el aumento del presupuesto del programa de alimentación escolar Qali Warma.
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