La confianza de los consumidores limeños permanece estancada en niveles históricamente bajos
En noviembre el Indicca (Índice de Confianza del Consumidor de Lima Metropolitana de APOYO Consultoría e Ipsos) se ubicó en 39 puntos, tres puntos por debajo del resultado del mes anterior. Este resultado representa un estancamiento en la confianza de los consumidores en niveles históricamente bajos y pone freno a la incipiente recuperación que empezaba a observarse (ver línea roja del gráfico inferior).
El estancamiento en los niveles de confianza de los consumidores se debería principalmente a que aún no hay mejoras claras en el mercado laboral. De hecho, en octubre el empleo total y el ingreso laboral promedio permanecieron 17% y 15% por debajo de sus niveles del año pasado, respectivamente. Además, la mayor parte de los empleos creados en los últimos meses fueron informales y de bajos ingresos. En línea con lo anterior, 7 de cada 10 consumidores limeños perciben que es más difícil encontrar empleo, un nivel históricamente alto (ver gráfico inferior).
Como consecuencia del deterioro en el mercado laboral y en los balances de las familias, su situación económica permanece aún muy afectada. La caída de más de 30% en la suma de los ingresos laborales con respecto al año pasado frente a una caída de alrededor del 5% en el consumo de las familias sugiere que los hogares han estado financiando su consumo con ahorros previos, con deuda o con los programas de ayuda económica del Gobierno. Sin embargo, estos recursos ya estarían llegando a cierto límite. Por ejemplo, en octubre se han vencido buena parte de los períodos de gracia otorgados a las familias como parte de las reprogramaciones a sus créditos (cerca del 20% de familias limeñas habían refinanciado su deuda en los últimos seis meses, según una encuesta de Ipsos de setiembre).
Asimismo, las expectativas de los consumidores limeños sobre su situación económica futura se han estabilizado en niveles inferiores a los registrados precrisis. Un factor que podría estar limitando la recuperación de este componente de la confianza es el contexto político altamente inestable de los últimos meses.
En conclusión, la recuperación en la confianza de los consumidores limeños se detuvo en noviembre y continúa estancada en niveles muy bajos. Para que los hogares limeños perciban mejoras claras será necesario que el empleo formal se recupere, que el frente político se vuelva menos conflictivo, que el COVID-19 permanezca bajo control y que las condiciones de financiamiento para los hogares -que dependen, en gran medida, de la evolución del mercado laboral- mejoren. Sobre este último punto, es una buena noticia la puesta en marcha del programa de garantías del Gobierno para la reprogramación de créditos, ya que permitirá brindar cierto alivio financiero a las familias que aún lo necesitan.
NUESTRA MIRADA
Inseguridad ciudadana coloca al Gobierno y al Congreso en el centro de las críticas
En setiembre, la agenda política ha estado marcada por la inseguridad. El jueves pasado, operadores de transporte público en Lima y Callao suspendieron sus actividades en protesta por el creciente problema de la extorsión.
En 2025, la economía experimentará un crecimiento moderado de 2,6%, con diferencias marcadas entre semestres
En el tercer trimestre de 2024, la economía mostró una recuperación más pronunciada. Durante el trimestre, una serie de indicadores vinculados a la demanda local registraron un mejor desempeño que en el 1S.
La confianza de los consumidores del SSE AB se estabiliza, mientras que la de los del SSE CDE presenta mejoras incipientes
En agosto, el Índice de Confianza del Consumidor de Lima Metropolitana, de IPSOS y APOYO Consultoría, se situó en 43 puntos. Aunque la confianza de los consumidores se mantiene por debajo del nivel optimista, ha registrado un modesto aumento desde la caída en mayo.