En medio de una frágil recuperación económica
En los últimos dos meses, hemos observado diversas señales que sugieren que la economía global y local han empezado a recuperarse gradualmente. Esta es una noticia positiva y se explica en buena parte por el inicio de los procesos de reapertura económica. Sin embargo, esta recuperación es “frágil”, pues hay diversos riesgos que podrían ralentizarla.
Primero, los recientes rebrotes del COVID-19 en algunas partes del mundo (como EEUU y China) generan el riesgo de que se impongan nuevas restricciones a las actividades productivas que frenen o debiliten la recuperación de la economía global. Un retroceso generalizado en el proceso de reapertura económica reduciría la demanda por nuestras exportaciones, a fectaría las perspectivas de crecimiento económico y podría gatillar una salida de capitales del Perú.
Segundo, en el frente local, hay riesgos políticos importantes que podrían afectar seriamente el crecimiento económico de los próximos meses e incluso años. Por ejemplo, el proyecto de ley que busca congelar el pago de intereses que cobran las entidades financieras y la alta desaprobación de las solicitudes de suspensión perfecta de labores podrían gatillar la quiebra de empresas y generar pérdidas significativas de empleos formales. Esto afectaría la capacidad productiva del país y pondría un techo a la recuperación económica. A ello se suma que el descontento social se ha elevado drásticamente, lo que eleva el riesgo de que un candidato populista sea elegido presidente en el 2021. La anticipación de este riesgo puede generar una caída adicional en la confianza empresarial y reducir aún más la inversión privada este año.
Tercero, la lenta ejecución del gasto público puede provocar que la recuperación de la demanda agregada sea menos fuerte de lo esperado. La apuesta del Gobierno para acelerar el gasto público en lo que resta del año se concentra, hasta ahora, en el pr ograma Arranca Perú y la aplicación del mecanismo Gobierno a Gobierno en la Reconstrucción Con Cambios (RCC). Sin embargo, hay varios fa ctores que podrían causar que estos programas tengan un avance limitado en el 2020.
Por último, no podemos olvidar que aún persiste el riesgo de que se agrave la crisis sanitaria en el Perú, y que esto frene el proceso de reapertura económica. En conclusión, la velocidad de la recuperación económica hacia delante aún es muy incierta. Que esta sea rápida dependerá de la efectividad del Gobierno para detener malas regulaciones y acelerar el gasto público.