Situación actual y perspectivas económicas de Ecuador
Ecuador es uno de los países más afectados en la región por la crisis generada por el COVID-19
Ecuador viene enfrentando crisis en múltiples frentes por la propagación del coronavirus y la caída del precio del petróleo. En el frente sanitario, el sistema de salud ha colapsado. En el ámbito económico, los ingresos del sector privado se han desplomado. En el ámbito social, el descontento de la población se ha incrementado. Por último, en el frente fiscal, el Gobierno tiene serias dificultades para cumplir con sus obligaciones crediticias. Esto último se refleja en el incremento de 9 p.p. a 44 p.p. en el riesgo país en lo que va del 2020, un nivel que sugiere una alta probabilidad de incumplimiento en el pago de sus obligaciones (ver gráfico).
Es muy probable que haya problemas de solvencia en el sector privado ecuatoriano
Las empresas ecuatorianas necesitan liquidez con urgencia. Sin embargo, el Gobierno no cuenta con recursos disponibles para brindar subsidios a las empresas o postergar el pago de sus impuestos. Además, el Banco Central no tiene a su disposición herramientas para canalizar liquidez hacia el sector empresarial a través de las entidades financieras.
Por lo tanto, el riesgo de que se rompa la cadena de pagos es elevado. Esto implicaría una destrucción masiva de puestos de trabajo. Además, la quiebra de empresas generaría pérdidas muy altas para las entidades del sistema financiero.
El programa con el FMI seguirá en pie, pero el avance de las reformas que comprende será muy limitado
Es probable que el acuerdo entre el Gobierno y el FMI continúe, debido principalmente a que el Gobierno ha cumplido con la mayoría de las políticas del Fondo hasta ahora. Sin embargo, lo más probable es que la ampliación del crédito del FMI no sea suficiente para cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno. Por eso, el presidente ha anunciado que desea iniciar un proceso de restructuración de la deuda pública, lo que involucraría a los tenedores de bonos privados.
Si bien el Gobierno continuaría impulsando su agenda de reformas, algunas de ellas exigidas por el FMI, es poco probable que logre avances significativos durante este año. Algunas de estas propuestas son muy impopulares (por ejemplo, la reducción del subsidio a los combustibles) y otras podrían no ser consideradas prioritarias en esta coyuntura (por ejemplo, el reforzamiento de la autonomía del Banco Central).
La crisis económica será severa y duradera
En los próximos 18 meses habrá diversos factores que provocarán que la recuperación económica sea muy lenta. Primero, la fragilidad del sistema sanitario ecuatoriano y la baja capacidad de contención del COVID-19 provocarán que la reapertura de las actividades productivas sea muy progresiva. Segundo, la quiebra de empresas en varios sectores disminuirá la capacidad productiva. Tercero, el gasto público se mantendrá en niveles bajos. Cuarto, y último, la incertidumbre política por las elecciones de feb-21 limitará la mejora de la confianza empresarial.
Por lo tanto, no descartamos la posibilidad de que, en este frágil entorno económico y social, un candidato populista y poco amigable al entorno de negocios reciba un respaldo importante en las próximas elecciones presidenciales. La elección de un candidato de esta naturaleza podría cambiar el curso del acuerdo con el FMI y de las reformas que se vienen discutiendo, y, por ello, representa un riesgo importante a monitorear en los próximos meses.
Esta información forma parte del reporte Nota de Mercado Economías de Latam, que incluye las perspectivas del entorno de negocios en Ecuador para este año frente al impacto del COVID-19 y las proyecciones de los principales indicadores macroeconómicos.
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